Ir al contenido principal

Los Ex Presidentes de Gobierno


          Hoy hemos podido ver juntos a los Ex Presidentes de Gobierno dando la despedida al Presidente Adolfo Suárez.

        ¿Cual es el estatuto jurídico de un Ex Presidente? Es una figura que nace con nuestro actual sistema jurídico.

La importancia y trascendencia de la figura hizo que el RD 2102/1983, de 4 de agosto estableciese el estatuto del ex Presidente del Gobierno, que fue regulado por el RD 405/1992, de 24 de abril, modificado por el RD 1306/2008 de 24 de abril.

Desde el momento del cese de un presidente del Gobierno goza de la consideración, atención y apoyo necesarios. Ello implica continuar con el tratamiento de Presidente, ocupando el lugar que protocolariamente les corresponde en el orden de precedencias, y ser asistidos por la representación diplomática española en los viajes al extranjero, y en el territorio nacional por dos personas que le asistirán y que  dependerán de la Presidencia del Gobierno, una dotación para gastos de oficina, sociales y de alquiler de inmuebles procedente de los Presupuestos Generales del Estado, un automóvil con conductor de representación, un servicio de seguridad dependiente del Ministerio del Interior, y libre pase en las Compañías de transportes del Estado. También disfrutan de una pensión indemnizatoria y  producen derechos pasivos. La última modificación consiste en otorgar a las viudas o viudos, de quienes ostentaron la presidencia del Gobierno un vehículo oficial y la cobertura de seguridad que se requiera.
Ahora bien, dos apreciaciones hay que hacer respecto de lo sucedido en los últimos días, y que culmina con el acto de hoy:
Recordar que el Funeral de Estado es una ceremonia funeraria pública realizada en honor a los jefes de estado o gobierno de una nación, o a una figura de importancia nacional. En nuestro país no existen Funerales de Estado, en el puro sentido del término, o al menos no existen Funerales de Estado laicos, si queremos seguir utilizando ese nombre, como algunos reivindican, sino tan sólo ceremonias religiosas católicas. Tradicionalmente se suele decir que SS.MM. los Reyes presiden estas ceremonias, lo que no es correcto ya que en una ceremonia católica el único que preside es el oficiante. Esto no es más que un aviso para navegantes.
Y en segundo lugar, el que goce del tratamiento "Presidente", a mi modesto entender, lleva implícito el que éste está vivo. De hecho es un título de cortesía que yo he seguido utilizando con algún ex presidente del Congreso amigo, cuando le recordaba en tono jocoso que él siempre sería "presidente" para nosotros. 
Los tratamientos nos sirven para relacionarnos de forma oral o escrita. ¿Es correcto que en el RD 208/2014 por el que se declara el luto oficial con motivo del fallecimiento del excelentísimo señor don Adolfo Suárez, Presidente del Gobierno y duque de Suárez, un documento oficial, se afirme eso de esa manera?. 
No deja de resultar chocante leer el contenido de la disposición:
"Con motivo del fallecimiento del excelentísimo señor don Adolfo Suárez, Presidente del Gobierno y duque de Suárez, y en señal de condolencia, a propuesta del Presidente del Gobierno..."
Recordemos que la Real Academia permite el uso de las mayúsculas en los cargos cuando se están ostentando, luego al menos el primero habría que haberlo puesto en minúscula ¿no?
RAE 4.31. Los títulos, cargos y nombres de dignidad, como rey, papa, duque, presidente, ministro, etc., que normalmente se escriben con minúscula (→
 6.9), pueden aparecer en determinados casos escritos con mayúscula. Así, es frecuente, aunque no obligatorio, que estas palabras se escriban conmayúscula cuando se emplean referidas a una persona concreta, sin mención expresa de su nombre propio: El Rey inaugurará la nueva biblioteca; El Papa visitará la India en su próximo viaje. Por otra parte, por razones de respeto, los títulos de los miembros de la familia reinante en España suelen escribirse con mayúscula, aunque vayan seguidos del nombre propio de la persona que los posee, al igual que los tratamientos de don y doña a ellos referidos: el Rey Don Juan Carlos, el Príncipe Felipe, la Infanta Doña Cristina. También es costumbre particular de las leyes, decretos y documentos oficiales, por razones de solemnidad, escribir con mayúsculas las palabras de este tipo: el Rey de España, el Jefe del Estado, el Presidente del Gobierno, el Secretario de Estado de Comercio. Por último, es muy frecuente que los cargos de cierta categoría se escriban con mayúscula en el encabezamiento de las cartas dirigidas a las personas que los ocupan. 
Cuanto menos es peregrino. Sí. Ya se que me vais a decir que el texto es idéntico al RD 730/2008 de 4 de mayo de 2008 "por el que se declara luto oficial con motivo del fallecimiento del excelentísimo señor don Leopoldo Calvo-Sotelo Bustelo, Presidente del Gobierno y marqués de la Ría de Ribadeo".
Menos mal que lo de "excelentísimo" lo tenía por ser grande de España, que si no nos estaríamos preguntando también si sigue en vigor o no la supresión de tratamientos a los miembros de la administración del Estado...

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA PROFESIÓN DE PROTOCOLISTA

¿Qué es un protocolista? No. No. No... No te molestes en buscarlo.  Por mucho que lo intentes ningún diccionario va a devolverte la consulta. De hecho cuando escribo estas líneas mi corrector me da error y me marca la palabra en rojo. Si vives en Iberoamérica, la respuesta es clara: aquel que trabaja en una notaría, por aquello de asociar el protocolo con los protocolos notariales. Pero en España un protocolista no es otra cosa que un especialista en Protocolo, un mago del orden, un artista.  Hay quien nos asemeja a los acomodadores de lujo, pero nuestra profesión no consiste tan sólo en ordenar personas. Nuestra profesión es un arte. Es armonía. Es ingenio. Es intuición. Es ilusión...  En Iberoamérica, el término que se utiliza para semejantes funciones es el de ceremonialista. Término que por cierto también me marca el corrector en rojo, porque en castellano ese término tampoco existe. Pero el oficio de protocolista va mucho más allá del de organizar

¿Qué es el Protocolo Institucional?

El Protocolo institucional es algo más que el simple Protocolo oficial. Dado que actualmente aplicamos con carácter genérico y restrictivo el término Protocolo oficial a los actos que se organizan por el Estado (oficiales, incluso en la errónea creencia que todo lo que organiza el Estado son actos oficiales), creemos que debemos efectuar una pequeña distinción para aclarar tan importante concepto. Existe una fuerte tendencia a considerar que el Protocolo oficial consiste exclusivamente en la aplicación del decreto de precedencias, lo cual es correctamente erróneo pero nos obliga a realizar una serie de puntualizaciones. El término Protocolo Institucional hace referencia a una serie de normas administrativas a tener en cuenta en la imagen que proyectan las instituciones político-administrativas.  El Protocolo institucicoal es el Derecho ceremonial de las Instituciones-político administrativas. El término Protocolo Institucional designa a aquel conjunto de normas usos y costumbr

Tratamientos de los cargos académicos universitarios

Muy recientemente tuve ocasión de comprobar que la gente desconoce qué ha pasado con los Tratamientos oficiales  y que sigue costando mucho el escribir un escrito para dirigirse a las autoridades. De entrada, produce bastante rechazo el que haya personas que tengan un tratamiento distinto de los demás, por aquella costumbre de "igualar por arriba", es decir, quitar a los de arriba lo que no tienen los de abajo, cuando lo mejor sería "igualar por abajo", atribuir a los de abajo un mayor reconocimiento de sus capacidades, para establecer un sistema visible equitativo.  Ni que decir tiene que no se trata más que de un falso populismo consciente, embutido en un argumentario político tan falso como el que utiliza la etiqueta para ir a la contra y demostrar así su progresía, en una falsa teatral porque en el fondo no es más que una medida conscientemente adoptada de cara a la galería. Es cierto que los tratamientos tienen un componente honorífico, pero ni